Realizar revisiones rutinarias a los pacientes para evaluar su estado de salud y descubrir posibles problemas
Asesorar adecuadamente sobre hábitos saludables (dieta, higiene, etc.) y medidas preventivas para promover la salud en general
Efectuar la exploración de los pacientes y evaluar los síntomas para detectar datos de alarma.
Establecer un diagnóstico informado basado en los conocimientos científicos y la historia clínica del paciente
Recetar e interpretar las pruebas de laboratorio para obtener más información sobre anomalías e infecciones subyacentes
Recetar medicamentos o fármacos y ofrecer instrucciones exhaustivas para su administración
Recuerda que ningún reclutador puede pedirte dinero a cambio de una entrevista o un puesto. Asimismo, evita realizar pagos o compartir información financiera con las empresas.