Realizar consultas médicas especializadas en dermatología.
Prescribir tratamientos y seguimiento de enfermedades de la piel.
Realizar procedimientos dermatológicos según sea necesario.
Mantener registros precisos de la historia clínica de los pacientes.
Recuerda que ningún reclutador puede pedirte dinero a cambio de una entrevista o un puesto. Asimismo, evita realizar pagos o compartir información financiera con las empresas.